domingo, 16 de mayo de 2010

EL DÍA DEL RELEVO

El Atleti, todavía botellas de cava en la mano, rejuvenecido por la alineación de hoy (y el título de hace tres días), y con el cerebro dividido (un hemisferio andaba en celebraciones, el otro pensando en el Sevilla), ha recibido un correctivo de uno de los vecinos. Sin importancia, sin embargo, a la espera del partido del miércoles, y donde lo peor sin duda, fue la lesión (esperemos que no por mucho) de una de las grandes esperanzas de la cantera (donde algunos ven la prolongación de Torres).

El Sevilla, ha sido (y sigue siendo) referente del/en el fútbol español. Resulta admirable su trayectoria, sobre todo si vemos su más inmediato precedente. Como el Atleti, bajó en la ’99-’00 tras una nefasta campaña, hace ahora justo una década. Ésa fue la forma en que ambos clubes, de gran rivalidad histórica, estrenaban década, siglo y milenio.

El Sevilla, cambió radicalmente de método imponiendo una disciplina férrea (casi militar) y orden táctico como sistema de juego, economía de guerra en el aspecto financiero y lanzó una apuesta decidida por su prolífica cantera. Como resultado, volvió a la élite al año siguiente, se afianzó en los posteriores, y transcurrido un lustro explotó, revelándose en 2006 y 2007 como el mejor equipo del mundo.

Por su parte, nuestro Atleti, se rebozó en segunda más de lo previsto y una vez ascendido, sin ningún tipo de modelo, fue dando tumbos hasta la venta de Fernando Torres.

En una temporada maravillosamente extraña, propia del tuétano del club, se lleva la UEFA y se planta en la final de Copa, justo contra ese Sevilla que tras dos años sin tanto lustre y tras el despido de Jiménez, parece agotado; casualmente contra ese mismo Sevilla que, estando en nuestra misma situación, se tomó las cosas con calma para forjar un equipo legendario, aún vivo, incrustado para siempre en la retina del buen aficionado.

Hay en juego mucho más que un título de Copa. ¿Por qué no apostar (ceteris paribus) por la caída definitiva de un imperio y el principio del nuestro?

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